Desde hace un par de años, en EEUU está funcionando un nuevo sistema de compra de entradas, en este caso, una tarifa plana al modo de las VoD como Netflix o HBO entre otras, pero aplicado a las salas de cine convencionales, el Movie Pass, con el que por tan solo 10 dólares al mes, un usuario puede ver hasta una película al día en el cine y que según la empresa que lo promueve, pretende extenderse a España este año, ¿será posible?
A priori puede parecer buena idea, pero probablemente poco rentable para el sector, ya que devaloriza la entrada de cine hasta límites insospechados. Si todos los que acudimos al cine, pagásemos una tarifa plana similar, los cines estarían obligados a cerrar, ya que el coste de mantenimiento de estas salas no es bajo, tengamos en cuenta que no solo el empresario debe pagar a sus empleados, sino que hay unos gastos de luz, seguridad, mantenimiento del local, infraestructuras, etc. que le llevarían al cierre si todos los espectadores optásemos por este modo de pago con la simple limitación de una película al día.
En España, el primero que recauda de la venta en taquilla es el propio cine, que se queda con aproximadamente el 35% del precio de la entrada, es decir, el precio de la entrada se divide fundamentalmente en varios bloques:
- Exhibidor
- Distribuidor, quien recoge el 40% del precio de cada entrada y negocia con el productor la parte que le corresponde a cada uno de los dos.
- Hacienda, es decir, el IVA que se recauda de cada entrada.
- Por último, debemos tener en cuenta los derechos de autor que pueden rondar el 3%
Si dividimos el precio de una entrada en todas estar fracciones, nos damos cuenta que el ingreso proveniente de la distribución en salas es mínimo salvo para el exhibidor, quien, por otra parte, es el que asume los gastos directos provenientes de esta ventana de explotación. Las tarifas planas, por tanto, como las que aplica Movie Pass serían poco rentables, salvo que se modifiquen algunos criterios.
En un país donde la conciliación familiar se hace más que complicada, también se hace difícil que una persona acuda al cine en más de una ocasión a la semana, ya hemos hablado en varias ocasiones del ratio de asiduidad al cine en España, de ahí que sea esto precisamente lo que necesitamos potenciar. Una bajada de precios que podría asumirse mediante una tarifa plana adecuada al mercado español que no incluyera, por ejemplo, su uso en determinadas sesiones en fin de semana (cuando más afluencia al cine se produce) podría ayudar a crear rutinas que ofrecen experiencias diferentes, no es lo mismo ver una película en casa, solo y en pantalla doméstica, que compartir un visionado junto a otras personas.
No obstante, deberíamos diferenciar en España dos tipos de salas, los cines que programan en versión original y que suelen tener un público fiel, por lo que una tarifa plana no les supondría mayor ganancia, al menos a priori, y por otro lado, las multisalas a quienes sí que podría interesar un tipo de tarifa como la que estamos comentando. La pregunta es, si por regla general acudimos siempre al cine que más nos interesa por cercanía, ¿no sería más interesante que la propia empresa exhibida pusiera en marcha un sistema similar en lugar de recurrir a un tercero en un sector donde ya el precio de una entrada de cine ha de repartirse en más de tres partes? La respuesta seguramente será algo sencillo, una competencia no desleal, pero sí extrema, por lo que habría que poner de acuerdo a todas las salas exhibidoras, algo más que complicado.
¿Qué piensas tú? ¿Te acogerías a una tarifa plana de 10€ al mes para poder ver hasta una película al día en tu cine?
Cristina López - FilmFestFriend
Aún no hay ningún comentario. Se el primero en comentar.